La verdad que este título da para una receta de cocina y no tanto para una página de análisis socioeconómico y político, no estaría mal que comentara cómo se cocina un buen asado a las brasas. Como todo asador tengo mis secretos que los compartiré con usted, el gran secreto es… que no se queme, ¡no lo arreglas más!.
No les voy hablar de cómo cocinar a las brasas un trozo de carne, pescado o ave, en realidad sí de las costumbres y más bien de los empresarios de la carne vacuna, empresarios que sufren de dualidad comercial. Podemos recordar como el asado casero era cotidiano, económico, lleno de costumbres por doquier, como el mate, el truco, la damajuana, las empanadas, unas buenas ensaladas de lechuga y tomate, y la infaltable ensalada rusa.
Pero las cosas cambian y hasta las papa fritas vienen con sabor a cordero patagónico, si no es patagónico no es fashion, si no es criollo tampoco, por lo menos eso es lo que muestran las publicidades. En realidad sea fashion o no, me tiene sin cuidado, me preocupa si es sabroso, si me gusta, no así, si me hace chancero, rico o exitoso, pero las costumbres, los caprichos y las prioridades varían.
Hoy en día no entiendo pór qué el asado de vaca, que era una comida de gauchos, de gente común, trabajadora, se tornó en una reliquia, a tal punto que el pechito de cerdo, donde los comían gustosos paladares exquisitos, hoy sea más económico que una tira de costilla. Otra vez el diablo metió la cola , si te gusta más, vuelta la burra al trigo, otra vez viveza criolla
Recuerdo que hace varios años, la carne vacuna empezó a subir de costo, los empresarios respondieron a la inquietud social, que el precio lo regulaba la demanda, siguió aumentando su valor, y la excusa fue la sequía, más tarde los mismos expresaron que como tenían mayor rentabilidad exportando, los precios locales se ajustaban a las exportaciones. Hoy en día no se sabe la razón de la suba constante de los valores para los productos cárnicos, por el contrario, de seguro que cuando vuelva a tratar de pasar por una carnicería el famoso asado estará más caro.
Recuerdo que hace varios años, la carne vacuna empezó a subir de costo, los empresarios respondieron a la inquietud social, que el precio lo regulaba la demanda, siguió aumentando su valor, y la excusa fue la sequía, más tarde los mismos expresaron que como tenían mayor rentabilidad exportando, los precios locales se ajustaban a las exportaciones. Hoy en día no se sabe la razón de la suba constante de los valores para los productos cárnicos, por el contrario, de seguro que cuando vuelva a tratar de pasar por una carnicería el famoso asado estará más caro.
Leyendo por ahí, me llamó la atención las publicaciones de los periódicos donde aparecieran artículos que informaban que los frigoríficos estaban en crisis, dando vacaciones por adelantadas y suspendían al personal. ¿Cómo las exportaciones no van bien?, ¿qué pasó, no había sobre demanda y por eso los precios subían?, si están en crisis traten de vender más, bajá los precios.
Regla básica de comercialización, si querés rotación de producto, si querés vender cantidad, debés promover el consumo bajando de precios, mejorando la calidad, u ofreciendo otros beneficios. Por el contrario, si querés menos rotación y más rentabilidad aumentá los precios, etc… paradójicamente el empresario argentino más vende, más cobra, y si no vende también cobras más.
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Subsidios a los servicios públicos