miércoles, 7 de diciembre de 2011

Por ti volaré

En la época Menemista muchas empresas nacionales fueron privatizadas. Empujado por el FMI, sumada la necesidad de ampliar la deuda externa y de solucionar un fuerte déficit estatal, el ex presidente C. Menen inicia la liquidación de las empresas estatales argentinas.


Una de las empresas que mejor funcionaba y prometía dar ganancias ya que el trabajo duro de exploración y excavación ya estaba casi culminado era YPF, y cuyos aplausos de privatización por parte de Néstor Kirchner retumbaban en el Calafate.


Otra no tan rentable era Aerolíneas Argentinas (AR, es su sigla aeronáutica) con gravísimos errores en la estrategia aerocomercial, luego de su creación en el año 50. La empresa fue creciendo gracias a los esfuerzos de patriotas que amaban la idea de una empresa de bandera, a pesar de la falta de personal idóneo para su administración.


Con la privatización nada mejoró, Iberia adquirió la empresa, pero se sintió más atraída por los aviones y por las rutas de AR,  no tanto así por la empresa como tal. En lugar de  mejorar el funcionamiento, incrementó sus deudas y traspasó varios aviones hacia la empresa española. 

Muchas rutas fueron cubiertas por aviones con bandera Ibérica en vez de calzar el nombre de Aerolínea Argentinas, lo cual comercial y  publicitariamente perjudicó a la segunda empresa.

Cuando el Grupo Marsans se hizo cargo de la aeroempresa todo empeoró, no sólo porque AR contrajo más deuda, sino porque también, fue la tapadera de un fraude escandaloso del gobierno español, al apropiarse  más de 100 millones de euros en un juego de lavado de dinero, que hasta hoy en día es un caso resonante en el país europeo. No obstante, el estado nacional argentino en el año 2008 re estatiza aerolíneas y pasa  a tomar control de la empresa.

Muy lejos de cambiar las cosas, en AR todo sigue igual,  transformándose en aguantadero político  del gobierno de turno, sus directivos ni tienen idea de cómo vuela un avión, no saben administrar una empresa y mucho menos una aerolínea. La empresa ya lleva tres años siendo estatal, dando perdidas mes a mes, si  no diera perdidas tendría un balance correcto como cualquier empresa, pero, en AR todo es aún peor: no tiene un balance publicado por ningún lado, no se sabe a ciencia cierta, ni incierta, cuáles son los números de la empresa, cuál es el pasivo, cuáles son los activos, cuánta plata entra, cuánta sale, lo cierto es que compra más aeronaves que la empresa más rentable del mundo, Virgin.


Si bien Mariano Recalde tiene razón al decir que AR(Aerolineas Aegentinas) no es igual a AA(American Airlines) , ya que la empresa norteamericana tiene fondos limitados y Aerolíneas Argentinas pareciera que no, otra diferencia es que si una empresa privada tiene perdidas va a quiebra, mientras que las empresas estatales, especialmente las argentinas, terminan siendo un saco sin fondo y nadie sabe qué pasa con sus números, los propios y los ajenos, ya que siempre hay sospecha de un manejo irregular en el desvíos de divisas.

 Evidentemente la privatización y estatización de Aerolíneas Argentinas  se encuentra plagada de oportunistas fraudulentos que destruyen los sueños ideólogos  de una empresa aeroestatal. 
Desde su creación no encuentra camino para remontar vuelo con vientos que favorezcan su crecimiento. Y si no son los extranjeros, son los propios patriotas… perdón,  los propios corruptos apestados de poder desde el interior del estado ,los que destruyen día a día  una empresa que podría ser mucho más que AA.