domingo, 1 de noviembre de 2020

Capicomunismo

Capicomunismo Derecha, izquierda, comunismo, capitalismo, sistemas políticos económicos que se disputaron poder hasta la caída del muro de Berlín, desde ahí el capitalismo fue el vencedor por excelencia, un sistema que tiene como base fundamental a la propiedad privada, los medios de producción, la importancia del capital como generador de riqueza, la asignación de los recursos a través del mecanismo del mercado y el reconocimiento del cuco llamado meritocracia. En lo personal, este mecanismo tiene su lado salvaje, porque de un lado están los que ganan sumas de dinero obscenas y donde sobra de un lado falta en otro, pero también, reconozco que el mundo ha avanzado en su gran mayoría por el reconocimiento, el apoyo y el respeto por la imaginación, el esfuerzo de muchos individuos que supieron forjar riqueza a capa y espada, pero también con una pluma. Nadie va a discutir que los países desarrollados esta basado en el capitalismo, por el contrario el comunismo ya no existe, perdón Cuba... si debe ser el único país que se mantiene comunista, pero a estas alturas, es más por obligación que por decisión, (tampoco voy a hondar en el tema para hacer un cuadro comparativo) Rusia y su comunismo se terminaba junto con la guerra fría, y lo oficializo en su Constitución en el año 93, por su parte, China ha crecido exponencialmente gracias al capitalismo, aunque se jacta de ser “socialista con particulares chinas” y fue posible con los cambios que se introdujeron a partir de 1978, y hoy no podríamos decir que el pais asiático es comunista o socialista más allá de su bandera. Con esta pequeña reseña que como todos saben, dios internet ( blasfemia!!!) lo sabe todo y cualquiera puede sacarse la duda, pregunto... ¿Por qué estamos discutiendo sobre el derecho a la propiedad privada o los méritos? Claro está que el medio condiciona, hoy con la pandemia ha quedado en total evidencia, la gran brecha entre los que tienen acceso a los que no, los que tienen techo y los que no, o simplemente servicios básicos. El problema no es el capitalismo, es cómo se implementa y cómo se “regula” ojo con el Regula... sí el capitalismo tiene que tener una regulación pero totalmente arbitraria y despojada de toda ideología, hasta para las relaciones humanas, las ideologías sin regulación son las que generan grandes conflictos. Tanto para un sistema socioeconómico como religioso los extremos son malos especialmente cuando gente inescrupulosas usan la ideología y el fanatismo para conveniencia propia. Acá comienzan a sonar las ametralladoras verbales o escritas, cientos de fanáticos empezarán a disparar luego que les demuestre que el peronismo ya no existe, el peronismo murió con el general y posiblemente antes, con la muerte de sus esposa Evita, ese movimiento como tal desapareció, y lo que quedó es la idea de peronismo, pero sólo como nombre de partido, lo demás es brabucada. Después de su fundador, se transformó en golpista, sin armas pero con un grupo paramilitar llamado sindicalismo, ese que cuando gobiernan su oponente denuncia y destruye lo que calla cuando lo hace su grupo de simpatía, ese grupo fanático que es capaz de albergar a la ultraderecha, a los de izquierda combativos y no se le mueve un pelo de vergüenza, es ese grupo que se asusta y denuncia lo que por mucho menos calla. Siempre doy este ejemplo, en el año 1945 ¿Dónde estaban Japón y Argentina? ¿En el 2000 como estaban ambos paises?, ¿Qué diferencia hubo? Podríamos llenar renglones haciendo eternas preguntas y discutiendo más eternas respuestas, para mi sorpresa vino de la mano de un peronista devenido a menos por el kirchnerismo. Perón perdió la guerra, si la Segunda Guerra Mundial, por su tardía declaración de batalla. Siempre sostuve que Perón fue pronazi ganándome el odio de sus seguidores pero la historia se escribe a diario y ya es innegable, el mundo nos puso un pie... o los dos, para hundir un país con gran potencial. Alguien tiene que ser el mercadito del barrio y ese papel se lo endosaron al país sudamericano, pero también, este por corruptela, vagancia y estupidez tomó el guante, lo demás es una historia aburrida que está en la memoria de todos, aunque sólo los argentinos somos capases de llevarnos por delante, el meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios, muchas veces y por lo visto todavía no aprendimos, estamos en condiciones de repetir historia. El mundo en el año 93 enterró el comunismo y nosotros seguimos discutiendo las políticas de los años 70, ¿pero qué transparente es esa pelea ideológica? Sus secuaces reconocen que pelean “por plata”, (Para sus beneficios obvio) tanta ideología socialista y comunista, se resumen en lo más profundo del capitalismo, que es el vil metal. Los argentinos sacamos a un corrupto por otro y luego a este lo sacamos votando al anterior, al riojano se lo sacó por tránsfuga, por no ser peronista se volteó a un ni, que permitió volver al patilludo sin patilla, pero ganó un tuerto que se afanó una provincia y después sacaron a su señora que se robó un país, la sacaron por otro que su padre décadas atrás a cuenta gotas se robó la mitad del estado y después volvimos a votar a la que se robo dos PBI, esa lógica la verdad que no la entiendo. Es que en mi mente da vuelta la frase de que roban pero hacen, mientras roban cada vez más y hacen cada vez menos, y sigo preguntando porque no probar con uno que no robe... Acá me vuelvo a acordar de Japón que después de ser destruida por dos bombas atómicas se levantó y terminó de ser una potencia mundial, claro los yanquis le exportaron el sistema capitalista con el plan Marshall y se guardaron el sindicalismo en el continente americano, entonces me vuelvo a acordar del militar que llegó a la presidencia después de un golpe institucional. Pero sobre todo de Evita que tanto lloraba por los descamisados mientras usaba oro con piedras preciosas, y sus representantes, esos señores que juntos a los políticos, se cuelgan de las bolas de Perón y de las tetas de ella, para ganar las elecciones. Los mismos que se golpean el pecho defendiendo a los olvidados, mientras gozan de la corrupción, la delincuencia y la política capitalista ultra salvaje, esos políticos que llamo capicomunistas que viven siendo millonarios, mientras lloran como cocodrilos por sus desplazados.