Días atrás se realizó el primer paro nacional a un gobierno Kischnerista, lo cual quiere decir mucho, especialmente si un año atrás uno de los organizadores defendía el modelo a capa y espada, claro que en esa oportunidad en el frente estaba Néstor Kischner. Mientras que Máximo con La campora todavía estaban con el biberón, y la señora K, seguía siendo señora senadora. Hoy en día las cosas son diferente, el ex presidente le soltó el brazo a su concubina, actual presidente nacional. El nene K, con gran conflictos de adolescencia, se reunió con sus amigotes y salió a hacer estragos ocupando cargos estratégicos en empresas estatizadas mientras un país que apenas empezaba a levantar cabeza veía trunco su sueño de recuperación luego de décadas de saqueos.
Uno de los gremialistas que lideraba la protesta fue traicionado, en realidad la máxima autoridad le dio la espalda mientras era mal aconsejada por los pibes imberbes como alguna vez el general Perón catalogó a un grupo de montoneros en el año 74. Este líder camionero no pudo infiltrar dentro de la cúspide del poder a un hombre de confianza o como actualmente se dice a un lobbista que logre desde adentro un poder silencioso de forma sostenida permitiendo el crecimiento de una fuerza gremial con miras a cubrir una bacante en el sillón de Rivadavia.
Más allá de los motivos íntimos y los movimientos políticos que muchos dirigentes sindicales realizan, demuestran que son mentiras hipócritas el desgarro de sus vestiduras en beneficio de los trabajadores, estos mismos personajes sindicales fueron silenciados durante una década mientras se llevaba a cabo la peor traición a la patria luego de la muerte de Mariano Moreno. Mientras un ex presidente entregaba el país en manos de empresas extranjeras provocando el vaciamiento estatal, la liquidación de empresas productivas y el fabrique nacional, estos dirigentes brillaban por su ausencia y hoy en día sus sueños de penetrar el ceno del poder fueron nuevamente desbaratados.
Si bien en la el artículo 14 bis de la Constitución queda establecido el derecho a huelga, en el articulo 14 también establece el derecho a tránsito para todo aquel habitante (http://www.constitution.org/cons/argentin.htm), quedando al descubierto que cualquier persona, cualquier grupo, o cualquier sindicato que no respete dicho derecho a la libre circulacion se lo puede considerar privador ilegítimo de la libertad artículo 141 del código penal (http://www.justiniano.com/codigos_juridicos/codigo_penal.htm)
Con lo expuesto queda en claro que si bien como ciudadanos tenemos el derecho a huelga, también tenemos la obligación de ejercerlo sin perjudicar los derechos de nuestros semejantes, los piquetes realizados en la huelga dejó entrever que no sólo había quienes protestaban ,sino también, hacían aprietes para la incorporación en dicha protesta o mejor dicho para que muchos trabajadores no puedan cumplir con sus deseos de adhesión o no a dicha actividad. Como mencioné en el párrafo anterior la ley nos permite, nos protege si queremos protestar y luchar por nuestros derechos, pero también nos sanciona, nos castiga, si coaccionamos a terceros en su deseos de elección.
En mi juventud la figura del paro era incuestionable, hoy en día los piquetes pasaron a tener un papel fundamental en las luchas ,pero violando los derechos ajenos lo cual el piqueparo es la nueva estrella de hacer protesta aunque esto derive en la violación sistemática de los derechos civiles y de la constitución nacional Argentina.